Oslo instalará la primera estación de carga inalámbrica para taxis eléctricos

(Artículo de Pablo G. Bejerano / Blogthinkbig)

La ciudad noruega será la primera en instalar una estación de carga inalámbrica para sus taxis eléctricos, en un esfuerzo por reducir los motores de combustión.

En Noruega han dado un enorme impulso al coche eléctrico y sigue pisando el acelerador. La ciudad de Oslo está preparada para instalar la primera estación de carga inalámbrica para taxis eléctricos.

El esfuerzo que ha hecho el país en este campo es importante. Ya hace algunos años que construyó una gran estación de carga, la más grande del mundo. Solo un reflejo del ecosistema que el gobierno ha promovido para facilitar la adopción de los coches eléctricos.

El esfuerzo a nivel nacional ha surtido efecto. En el mes de septiembre de 2018 se alcanzó un hito en Noruega. El 45% de los coches que se vendieron eran eléctricos. Si se cuentan los enchufables y los híbridos la tasa llega a un 60%. Esto quiere decir que los de combustión tradicional estarían en minoría. Además, el coche más vendido en el país en 2018 fue el Nissan Leaf, un modelo eléctrico.

Para construir la estación de carga inalámbrica de Oslo, las autoridades noruegas han recurrido a la empresa finesa Fortum y a la estadounidense Momentum Dynamics. El objetivo es instalar un sistema de inducción, que permitirá cargar los taxis sin tener que enchufarlos. Mientras esperen en la parada o hagan cola lentamente la instalación cargará sus baterías.

Se hará a través de platos de carga instalados en el pavimento. El sistema permitirá cargar hasta 75 kW. La infraestructura de momento será única en el mundo en su propósito de servir exclusivamente para taxis.

Los taxis eléctricos, punta de lanza

El esfuerzo de Noruega es particularmente agudo en los taxis. Este tipo de vehículos, que cumplen con una función vertebral del transporte en las ciudades , son uno de los primeros objetivos. El transporte público es más controlable por el gobierno, pero los taxis están en un terreno de nadie, entre este tipo de transporte y los automóviles particulares.

Por eso el gobierno noruego ha optado por una doble vía, de incentivos y limitaciones. Promover una estación de carga inalámbrica en Oslo solo para taxis entre dentro de una estrategia para facilitar el uso de los modelos eléctricos. Todo con el objetivo de que en el 2023 no haya taxis de combustión interna. Solo se admitirán coches con motor eléctrico, de cero emisiones.

Aunque esto es solo una parte, porque el país pretende que no se puedan vender coches de combustión interna a partir de 2025. Es decir, a partir de esa fecha el parque móvil nuevo solo podrá ser eléctrico.

Una estrategia en el sector del transporte que se une a otro plan ambicioso en energías limpias. El país quiere utilizar solo renovables en el año 2050. Es una fecha relativamente lejana, pero el objetivo 100% resulta abrumador incluso para un estado poco poblado como Noruega.

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